Derecho de Petición

¿Me devuelve la pelota señora?

Yo sé que usted la tiene
escondida en su memoria,
del otro lado de la cerca,
próxima al rinconcito
donde se esconde
de mi.

Dele, no sea mala.

Yo le escucho la voz quebrada
y el silencio a siete mil kilómetros,
sentada en el muro,
contando sus dedos como gotas
caídas.

¿No quiere jugar conmigo?

Seguro usted piensa que no la acompaña la suerte,
ni el ánimo,
que le jode perder y empezar todo de nuevo,
que los juegos no son cosa de gente seria.
que ya no es una niña
que piensa que los mayores son buenos
porque dan refresco.

Pero oiga,
recuerde que estoy acá
del otro lado del muro,
que la espero,
que sé que aun tiene fuerzas para brincar la cerca,
que la invito si usted quiere.

Y si no,
por favor,
devuélvame la pelota,

aunque sea pinchada,
¿sí?



Buenos Aires, julio/febrero 2012/2014

1 comentario:

  1. las señoras a veces no pueden brincar la cerca. Les gustaria, como no.

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