Entrópico

todo se derrama,
hasta la última 
gota
de vidrio del 
reloj de arena,

así,

se hace un charco que crece en la mesa como una oración larga cerca del margen que 
cae,

goteando

por 

cada

grieta,


cada

palabra,


así,


hasta                                          alcanzar                                  el equilibrio,

así.


yo me sé el final de este juego gastado de sentidos,
siempre gana la termodinámica,
esa cabrona.

Buenos Aires, 03 de marzo de 2014

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